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Un propósito de vida es el objetivo por el que existir, tu razón de ser. Para cada uno de nosotros es algo completamente distinto. Incluso si encuentras a alguien que a priori parezca compartirlo, cuando habléis en profundidad, lo más probable es que las razones o motivos por los que os movéis en vuestra vida tienen seguramente valores distintos y caminos incluso opuestos.

Cada persona encontrará unos objetivos que le lleven por el sendero de alcanzar su vida ideal, su deseo particular. Y a menudo creerán que van en busca de la felicidad. Pero es muy común que en la búsqueda de tu propósito te pierdas en una maraña de contenidos.

 ¿Nunca habéis oído la frase esa de ” cuidado con lo que deseas, que se puede cumplir”?

Y es que muchas veces, nos creemos que sabemos lo que queremos,  es decir lo que creemos nos va a dar la felicidad.

A veces nos guiamos por la envidia: ¡Madre mía yo no me había dado cuenta hasta hoy, pero, creo que para ser feliz necesito el mismo coche que se compró mi vecino!.

Incluso muchos de nosotros, si no lo tienen claro,  deciden seguir el sueño de otro.

Dejamos que el propósito lo diseñen nuestros padres, o nuestra pareja, así es como que no somos responsables. Si las cosas no salen bien….¡La culpa será de los que nos guiaron!. Pero casi siempre nos vemos desbordados por el mismo sueño que perseguíamos y sin percatarnos terminamos viviendo una pesadilla.

“Erase una vez una muchacha llena de vida que creía que se iba a comer el mundo, corría tras su sueño y se aferraba a todo lo que la acercaba a él con uñas y dientes.

 Al cabo de unos años, vivía inmersa en su vida de éxito, por fin había conseguido la posición económica que ansiaba, ya tenía  su propia empresa, su casa enorme, su cochazo, la casa de la playa, viajaba tres o cuatro veces al año, iba a restaurantes caros, vestía con ropa de la mejor y no le faltaba ningún capricho.

 Trabajaba tanto que se olvidó de su salud, de su familia, de sus amigos…en algún lugar de su camino había perdido el sentido de lo realmente importante, de lo que buscaba en su vida. Y de repente, su sueño de éxito se vio desbordado por el estrés, sintiéndose miserable y con fuerte sentimiento de infelicidad, convirtiéndose en una pesadilla. Al final el mundo parecía habérsela comido a ella.”

Llegados a este punto toca replantearse de nuevo cual quieres que sea tu razón de vida. Y la pregunta que debemos hacernos sin duda es  ¿para qué existo? Encontrar tu propósito de vida  significa encontrarte a ti mismo. Para encontrar tu propósito debes conocerte y para ello deberías comenzar por hacerte preguntas poderosas como:

¿Qué es lo que yo verdaderamente quiero?

¿Qué me hace feliz a mí?

¿Qué cosas me traen paz mental y sensación de alegría en mi interior?

Y es que cuando comienzas a escucharte a ti, sin miedos, sin corazas, sin interferencias te das cuenta, de repente.

Lo que quiero en esta vida es algo muy simple, lo que quiero es ser feliz. Al fin y al cabo es lo que todo el mundo quiere ¿NO?

Ahora bien, ¿Y qué es la felicidad para ti?, o mejor aún, ¿Cómo podrás reconocer esa felicidad? ¿Qué cosas te apasionan?

Puede que tengas que tardar mucho tiempo hasta que definas y reconozcas tu concepto privado de felicidad. Pero cuando puedas describirlo con detalles, estarás más cerca de alcanzarlo.

Para encontrar algo hay que saber que se busca exactamente y como conseguirlo.

Define tus sueños y deja que todo fluya.

Saborea el camino, pues es mientras se recorre donde reside la verdadera felicidad,

Y esto es lo que hace un Coach, acompañarte en el recorrido del camino que busca tu felicidad.

Marta Vilches de EurékaTe

Coach Profesional Certificado nº 10431