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¿“DEJAR PASAR” O “PASAR Y DEJAR”?

Algunos simplemente dejan pasar la Vida y otros pensamos que, una vez que estamos aquí ¿por qué no dejar algo bueno para los que vienen detrás?

Hace poco tuve la suerte de poder asistir como oyente a una clase de autoconocimiento y autoestima impartida en segundo de ESO.

Pese a que doblaba (y de sobra) la edad de los chavales, aprendí muchas cosas y comprendí que, para ayudar a los demás a crecer, el primero que tiene que crecer eres tú mismo.

Aprender es algo que siempre me ha cautivado. Sin embargo, en esa clase me pregunté ¿y para qué me sirve todo lo que he aprendido si no lo comparto con los demás? Si al final de mi Vida yo supiera y pudiera hacer un sinfín de cosas y me fuera de ella sin haberlas compartido ¿sería lo mismo? No.

El quedarte para ti mismo lo que sabes supone:

– Por una parte, que estás dejando pasar la vida sin más. Si trasladas a alguien lo que sabes, le estás dejando una herramienta que podrá, a su vez, compartir con alguien más, y, seguramente, mejorar.

Cuando tú ya no estés, la herramienta seguirá ayudando a muchos de los que vengan detrás.

– Y por otra, que te vuelvas más exigente contigo mismo. Si de verdad quieres que sea útil para los otros, y quieres servirles de ejemplo, el primero que debe esforzarse por hacerlo bien eres tú.

Yo he decidido ser de los que comparten, de los que dejan, y por ello, quise formar parte del club cumpliendo así esa tercera letra del método básico del coaching: la ACCIÓN.

Quiero ayudar a mis compañeros y socios en la parte de educación de nuestro club. Para ello, tendré que esforzarme en mejorar pero sé que cuando ya no esté, habré cumplido mi objetivo: “pasar y dejar”.

Lucía de la Paz