marzo 28, 2014

¡No te detengas!… hay luz al final del túnel.

¡No te detengas!… hay luz al final del túnel. 

luz al final del túnel

 

 

 

 

 

 

 

 

 

Hace un tiempo descubriste que necesitabas realizar cambios en tu vida.

Era algo que sabías que necesitabas hacer, pero no acababas de encontrar el momento para ponerlo en práctica.

Un día tomaste  una decisión valiente, y emprendiste acción para dar ese giro que tu vida necesitaba.

Tomar esa decisión de cambio y romper con todos tus hábitos del día a día han sido una de las cosas más difíciles que has hecho.

Como se suele decir, el hombre es un “animal de costumbre“, y tú no ibas a ser la excepción. Ahora bien, debes sentirte profundamente orgulloso por el ejemplo y la determinación que has demostrado.

En primer lugar, a ti mismo. Te has demostrado que “querer es poder”, y que tan sólo necesitabas creértelo y ponerte en marcha. En segundo lugar, a los que te rodean. Aunque no necesites demostrárselo a nadie, con tu acción estás siendo un ejemplo inspirador para otros muchos, a los que estás mostrando cuál puede ser el camino para la mejora de sus vidas.

Ahora mismo te encuentras en un punto intermedio. Te sientes bien por haber cambiado, pero no dejas de reconocer la dificultad del día a día.

En este momento, es importante que vuelvas a hacer un alto en el camino para reafirmarte en tu propósito y disipar cualquier duda que puedas tener.

Vuelve a pensar en el momento en que tomaste la decisión. Recuerda por qué lo hiciste. Cómo era tu vida hasta ese momento.

La necesidad que tenías del cambio. Hoy, poco tiempo después, y aunque no hayas llegado a la meta, ya existen beneficios. Quizá no los reconozcas, pero efectivamente existen.

Sigue pensando en la tremenda mejora que experimentará tu vida cuando consigas lo que persigues. Sigue buscando la recompensa del cambio. No dudes que lo vas a conseguir, y confírmate que ES POSIBLE.

Cierra tus ojos, piensa en la meta. Vuelve a visualizar cómo será tu vida cuando llegues a alcanzar ese propósito por el que estás luchando.

Vale la pena, ¿verdad?. Reconoce el valor de lo que ya has hecho, y siéntete orgulloso de lo que estás haciendo.

El camino que ya has recorrido es el más difícil, y ya está hecho. Ahora debes evitar caer en la tentación de volver a tu rutina anterior.

Vuelve a comprometerte a seguir en el camino. Recuerda que fuiste tú, quien voluntariamente decidiste realizar ese cambio, y no tendría sentido la vuelta atrás.

No dudes que hay luz al final del túnel, y que lo vas a conseguir.

Con tu firme propósito pronto verás la luz, y seguro que mucho antes de lo que tú imaginas. Recuerda que “siempre existe un camino para aquel que lo busca”, y que al final siempre se cumple aquello de que “querer es poder”.

© 2013 Miguel Ángel Guilló – @miguel_guillo – http://maximopotencial.com

Comparte nuestros posts

  • Delicious
  • Digg
  • Newsvine
  • RSS
  • StumbleUpon
  • Technorati

Comentarios

No hay comentarios en este artículo.